MI PENA

A veces melancólica me hundo
en mis noches de escombros y miserias,
y caigo en un silencio tan profundo
que escucho hasta el latir de mis venas
Más aún, oigo el paso de la vida
por la sorda cabeza de mi cráneo,
como un eco sin salida,
como un rumor de río subterráneo.
Entonces quedo como un cadáver…
muda y pensativa en mi abstracción,
pensando si estoy dormida o despierta,
si soy un muerto que sueña que está viv0,
o un vivo soy que sueña que esta muerto...
y pienso que mi soledad es una tristeza barata
vertiéndose en la nada,
flotando en el vacío cristalino
que dejan las lagrimas taciturnas
sobre cartas y recuerdos
de sentimientos abandonados.
Lentamente se vuela
sobre el silencio y el dolor,
a través de las horas amargas,
más allá de los enjambres solares,
hasta donde no se extiende
ni el tiempo, ni la materia,
sólo la calma de la soledad,
donde se puede verter el llanto,
sin pena ni excusas...