Mi mirada es nítida como un girasol.
Tengo la costumbre de andar por los caminos
mirando a la derecha y a la izquierda
y de vez en cuando mirando para atrás…
Y lo que veo a cada instante
es lo que nunca había visto antes.
Sé sentir el asombro esencial
que tiene un niño si, al nacer,
de veras reparase en que nacía…
Me siento nacida a cada instante
a la eterna novedad del mundo...
Creo en el mundo como en una margarita,
Yo no tengo filosofía: tengo sentidos…
Tengo la costumbre de andar por los caminos
mirando a la derecha y a la izquierda
y de vez en cuando mirando para atrás…
Y lo que veo a cada instante
es lo que nunca había visto antes.
Sé sentir el asombro esencial
que tiene un niño si, al nacer,
de veras reparase en que nacía…
Me siento nacida a cada instante
a la eterna novedad del mundo...
Creo en el mundo como en una margarita,
Yo no tengo filosofía: tengo sentidos…

Foto: Tokio en Monocrama, 2006
5 comments:
Yo tengo en mi el silencio que me permite oir al mundo.
Y mis ojos la ceguera a mi ser para poder admirar al resto del universo.
Pronto vuelvo...
me gusto el cambio y como escribes
¡Que linda foto! ¿La tomaste tu misma?
Me encanta tu afición combinada por al poesía y al fotografía
Ambas cosas son, a fin de cuentas, variantes de lo mismo
la inocencia de imaginarte en una estrella diferente todas las noches, de ver la ráfaga de luz que dejas a tu paso.
Esta precioso Ramona, saludos con destellos de luna.
Yo tengo el cielo bajo mis pies.
constantemente.
platiquemos.
Post a Comment